Cómo cuidar tu ropa para prolongar su ciclo de vida

Aunque parezca difícil de creer, una persona norteamericana tira en promedio 31 kilos de ropa al año. 

Lo mejor para evitar este desperdicio es hacer compras inteligentes y adquirir prendas confeccionadas con fibras de calidad siendo siempre críticos con la industria. Sin embargo,  combatir este problema también depende en gran medida del cuidado que le demos a la prenda. Según la encuesta Valuing our clothes realizada por  la organización WRAP, somos responsables del 25% del impacto medioambiental de nuestra ropa, ya que simplemente alargando su vida nueve meses más, se podría llegar a reducir su huella de carbono, consumo de agua e influencia sobre el volumen de residuos en torno a un 20-30%.
Por eso, en este blog te comparto algunos “tips” para el cuidado de tus prendas, los cuales contribuirán a  que la disfrutes  muchos años y  que su ciclo de vida se prolongue. Algunos quizá te parecerán muy hippies, pero haz la prueba y verás que son efectivos. 

Paso 1, lee las etiquetas 

Todas las prendas contienen información de lavado en sus etiquetas, es  muy importante que las leas porque cada prenda tiene distintas necesidades para su lavado, planchado y cuidado.
Para las prendas de Bestiario, recomendamos lavarlas a mano porque creemos que es la mejor manera de cuidar tu ropa. 

Trata de lavar menos

Este te puede resultar el consejo más hippie, pero en verdad funciona. Cuando te quites la ropa, sácala al exterior o donde le dé el sol y el aire. El sol combate  los gérmenes y evita los malos olores que haya podido absorber. Esto permite que laves menos tu ropa. 


 Antes del lavado

Un excelente tip que me enseñó mi papá -y es el rey de la blancura en las prendas-, es que antes de lavar metas la ropa en una cubeta con agua y jabón biodegradable y la dejes remojando al sol por un par de horas. 
Si hay una mancha muy intensa, tállala primero con bicarbonato de sodio, vinagre o jabón en barra.

Lavado

 A mano para prendas delicadas

La idea de lavar a mano probablemente  te da flojera de tan solo pensarlo, o parece complicado cuando vivimos en una dimensión donde parece que el tiempo no alcanza. Finalmente, la lavadora llegó para hacernos la vida más fácil y ¿por qué no aprovechar la tecnología? 
Sin embargo, la sostenibilidad plantea regresar a las acciones que satisfacen nuestras necesidades dejando de lado o sacrificando la regla del mínimo esfuerzo, esta última una búsqueda casi natural e inherente al ser humano. Y, la causante de tanto daño al planeta.  

Claro que prefiero estar en un bar con una cerveza en la mano y no estar lavando mi ropa a mano, pero me reconforta creer que estas decisiones traerán consecuencias más satisfactorias que el placer instantáneo. Por ejemplo, saber que probablemente esta prenda será disfrutada por alguien más después que yo, como mi sobrina. O, el hecho de que si dejo de sufrir estas acciones cotidianas, podré experimentar momentos de  felicidad más prolongados y  reales, ya que la vida se conforma en gran mayoría de estas acciones cotidianas y necesarias. 
Pon buena música y hasta fortalecerás tus brazos mientras lo haces. 
Lavadora

Cuando en la etiqueta de la prenda se menciona que puedes lavar en lavadora, toma en cuenta lo siguiente: 

Usa agua fría, separa por colores, mete a una bolsa protectora las prendas con cierres ya que pueden jalar a las compañeras de lavado, voltea las prendas con estampados y algo muy importante, antes de de meter la ropa llena la lavadora e integra el jabón. Esto evitará que la ropa se manche.

 Productos de limpieza

Algunos productos de limpieza contienen sustancias químicas que son perjudiciales para el agua y el tejido de las prendas, por lo que es preferible lavar con productos biodegradables. Esto no necesariamente tiene que ser caro. Dos favoritos de las familias mexicanas son  el jabón Zote ($25.00) y el jabón Roma ($35.00 kilo). Otra opción pero en jabón líquido es el jabón Newen, la tecnología que ofrece este último producto es que no necesita enjuague y ahorras agua. 

Secado al Sol

Económico,  ecológico y tu ropa se daña menos que con el calor de la secadora.  Como las mejores cosas en la vida, el sol es gratis. 
En casa de mi mamá nunca ha habido secadora y unos de los momentos más memorables de cuando era chica era pasar por las sábana y sentir la tela y el olor en mi cara. Me asomaba por la ventana al patio para esperar a que colgaran las sábanas para pasar un rato en esa experiencia sensorial.

Planchado

Una de las razones por la que el poliéster y las telas sintéticas se volvieron tan populares, es porque muchas de estas telas tienen tecnología que logra que la prenda no se arrugue como una tela de origen natural (lino o algodón). En la industrialización esto fue un boom. Sin embargo, algo que me gusta de las telas naturales es que cuando cobra formas -como las arrugas-  me recuerda que su origen es un elemento vivo. Sin embargo, para muchas personas  las arrugas representan descuido. 

Si te gusta planchar eres una persona fuera de lo común, entonces te paso un tip para no hacerlo y que aún así tus prendas no se vean arrugadas: Cuando te vayas a bañar, mete al baño la prenda con un gancho y cuelgala en algún lugar cercano a la regadera. El vapor va a lograr que tu ropa se desarrugue. 
Si ya de plano tienes que hacerlo,  revisa que la plancha esté a la temperatura correspondiente de la fibra de la prenda y pon entre la plancha y la prenda  un paño o trapo de algodón húmedo. Antes mi maestra de alta costura me obligaba a hacer esto y lo odiaba, pero previene muchos accidentes, créemelo. 

Por último, disfruta mucho tu prenda  y valora el trabajo que hay detrás de ella, desde el agricultor que sembró el algodón, el diseñador que la imaginó, hasta la energía que se necesitó para confeccionar y que ahora sea parte de tu guardarropa. 

Si tienes algún otro tip  compártelo en nuestras redes sociales o debajo de esta entrada. 
Por: Paloma Patlán, co-creadora de Bestiario.  





 

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